viernes, 10 de junio de 2011

CUANDO LA SOLEDAD NO ES UNA ELECCION

La soledad es como una enfermedad. Se va afianzando en tu alma. Al principio se disfraza de elección personal y no le das demasiada importancia, pero con el tiempo va evolucionando y se suceden los momentos en que preferirías no sentirla pero se manifiesta con toda su fuerza. Para mí existen dos tipos de soledad. Una de ellas tiene fácil solución, es cuestión de llamar a algún amigo y rodearte de gente, es una soledad pasajera y puntual. La otra es mucho más jodida. Es permanente, ya te ha invadido y librarte de ella no será fácil. Es el tipo de soledad que se siente cuando se está prácticamente solo en este mundo, cuando la amistad o el estar rodeado de gente ya no sirve, cuando necesitas un alma gemela, alguien que te quiera, que se preocupe por ti, que te ayude a sobrevivir, a salir adelante, que te escuche con atención y trate de consolarte, que forme parte de tu vida diaria, alguien con quien compartir la vida. Puede ser un amante, un verdadero gran amigo (de los que tanto escasean), un familiar con el que hayas perdido el contacto hace años y lo vuelvas a recuperar.. no hay muchas más opciones. Y es tan difícil encontrar algo así. Uno se pasa la vida deseando que lo amen, que su madre lo ame, que su padre lo ame, que sus hermanos le amen, sus profesoras le amen, sus amigos le amen… hay muchos tipos de amor que aspiramos a conseguir a lo largo de la vida, afectos, amistades, amores incondicionales… Algunos tienen la suerte de conseguirlos, otros, como yo, no la tenemos y para colmo los afectos verdaderos que habíamos conseguido los hemos perdido por el camino. El futuro se presenta como un desierto emocional lleno de lágrimas amargas y solitarias, donde sólo habita una mente atormentada, un corazón roto y un alma profundamente herida.

domingo, 15 de mayo de 2011

Y LLEGÓ LA HORA DE HABLAR DEL CAPULLO...

En mi última entrada expliqué la triste historia de mi hermana. El día 12 hizo ya 5 meses desde que la perdimos pero el dolor no ha disminuido en absoluto. Ahora es el turno de explicar la historia del capullo de su exmarido. Mi hermana llevaba casada 13 años más otros 5 de noviazgo con el que era su marido. Cuando a ella le detectaron el cáncer su marido pareció volcarse en ayudarla, pero eso duró poco. A partir de que le extirparan el pecho todo cambió. Dejó de acompañarla a las visitas, a pesar de que mi hermana estaba débil y tenía problemas derivados de la operación él no ayudaba en casa con las niñas, se iba a jugar al tenis o a cenar con sus antiguos compañeros de colegio y la dejaba sola. Durante las vacaciones de verano en que ella estaba con el alta provisional, las cosas no fueron a mejor, él estaba ausente, se relacionaba con los amigos con los que compartían las vacaciones pero a penas le dirigía la palabra a mi hermana ni se ocupaba de sus hijas. Cuando el verano llegó a su fin a mi hermana le hicieron todas las pruebas necesarias para ver cómo había evolucionado. Los resultados no pudieron ser peores, metástasis en el pulmón y el mediastino, inoperables ambos tumores y de muy mal pronóstico. Tratamiento: quimioterapia aún más agresiva que la del principio, a veces quimios experimentales de 12 horas de duración. Cuando mi hermana se lo dijo a su marido éste no tardó demasiado en decirle que se había enamorado perdidamente de la mujer más maravillosa del mundo /haciéndola sentir a ella como una auténtica mierda) y que se largaba con ella, que llevaban meses viéndose y que nada le importaba más que estar con esa mujer. Así que reunieron a las niñas, de 7 y 2 años y su padre les dijo que ya no quería a su madre porque se había enamorado de otra y que se iba a vivir con ella. Evidentemente fue un drama, las niñas llorando, no entendían nada y mi hermana haciendo de tripas corazónh y quitándole hierro al asunto, diciéndole a las niñas que seguirían viendo a su padre y que las seguiría queriendo igual (pobrecilla, quizás incluso se lo creía). Las dejó tiradas un viernes cuando al lunes siguiente precisamente mi hermana tenía programada una quimio de 12 horas. No contento con esto, empezó a acosar a mi hermana y a amenazarla con quitarle a las niñas diciéndole "perlas" como que era una inválida invadida de cáncer y no podía hacerse cargo de sus hijas. La obligó a divorciarse lo antes posible y se las arregló para presentar una nómina falsa y pagar el mínimo de pensión por sus dos hijas (500 euros de mierda en total), le pagaba con retraso, se negaba a pagar la mitad de cualquier gasto extra de material escolar, tuvo incluso la cara dura de presentarse en una función de su hija mayor con su amante y pasársela por las narices a mi hermana y a toda la familia que estábamos allí. Hizo sufrir muchísimo a mi hermana y precipitó su enfermedad. A raíz de que esto sucediera mi hermana cayó en picado, le salieron dos tumores más y empezó a necesitar cada vez más morfina y oxígeno. Sé que por desgracia el cáncer de mi hermana era muy agresivo y no hubiera podido sobrevivir, pero también sé que si hubiera tenido un marido cariñoso a su lado, que le prestara su apoyo y sus cuidados, que viera que quería a sus hijas y que éstas se iban a quedar en buenas manos cuando ella no estuviera, que no la hubiera amenazado constantemente ni insultado y vejado como hizo él, probablemente mi hermana aún estaría con nosotros, en su caso el índice de mortalidad es del 95%, pero la esperanza de vida es de 4 a 5 años, ella vivió dos.

martes, 1 de marzo de 2011

CUANDO EL DOLOR LO CUBRE TODO

Hace muchísimo tiempo que no escribo nada. Eso no quiere decir que no me hayan pasado cosas, todo lo contrario, sólo que todas ellas han sido desastrosas. Hace dos años murió mi abuelo después de 4 años de sufrir una demencia extrema que nos acarreó tanto a él como a toda la familia, mucho sufrimiento. El día que lo enterramos fue la última vez que hablé con mi sex-amigo. No entiendo por qué pero decidió desaparecer de mi vida sin más, sin decir adiós, sin un por qué o al menos un beso de despedida. Sigo echándole de menos a pesar del tiempo transcurrido y de vez en cuando le escribo a su dirección de email contándole qué es de mi vida, aunque para ser sincera creo que ni siquiera lee mis mails, jamás ha contestado a ninguno, puede que ni siquiera tenga ya esa dirección. En fin, me quedo con los buenos momentos que pasamos juntos y con la pena de saber que hubiéramos podido ser grandes amigos. El día del entierro de mi abuelo fue muy significativo. No sólo perdí a mi amigo sino que a mi hermana le diagnosticaron un cáncer de mama. A pesar de la mala notícia todos nos volcamos en ella y en darle ánimos. Sabíamos que le esperaba un año muy difícil por delante, con quimio, cirugía y radioterapia. Después de la quimio, cuando llegó el momento de la operación empezaron las malas noticias. El tumor no se había reducido lo esperado y hubo que extirpar la mama junto con los ganglios. Aún así, nos convencimos de que tras la radioterapia, pasadas las primeras revisiones se le realizaría una reconstrucción y la cosa no sería tan traumática. En verano acabó con sus sesiones de radioterapia y le dieron dos meses de alta para las vacaciones. Cuando regresó en septiembre el tumor se había extendido al pulmón y al mediastino. Le pusieron diferentes quimioterapias, algunas de ellas experimentales, para tratar de disminuir los tumores, ya que no eran operables. A pesar de no dejar la quimio durante meses el cáncer siguió extendiéndose, esta vez a la retina del ojo derecho. Después de esto mi hermana se puso muy mal y tuvieron que ingresarla durante 3 semanas en las que estaba tan débil que no podía recibir quimioterapia. El resultado es que el cáncer invadió todo su cuerpo, no se podía hacer nada más que esperar el fatal desenlace. Murió el 12 de Diciembre pasado. Deja dos hijas de 8 y 3 años y un ex-marido cabrón, insensible, cerdo y mala persona que merece un capítulo aparte que intentaré escribir próximamente. Ahora la tristeza invade mi vida, no puedo dejar de llorar y echo terriblemente de menos a mi hermana y a mis sobrinas, a las que no se me permite ver. Antes de su muerte le prometí que lucharía con todas mis fuerzas para que sus hijas fueran felices y no les faltase de nada y en ello estoy, en los tribunales luchando contra el padre de las criaturas para evitar que les joda la vida. Sé que desde donde esté, mi hermana me da fuerzas para luchar y superar día a día la tristeza. Nunca la olvidaré.