jueves, 20 de marzo de 2008

EL AMOR

Siempre pensé que el amor me encontraría. Que no debía hacer ningún esfuerzo por encontrarlo, que se produciría un encuentro de forma natural y encontraría a un hombre con el que compartir mi vida y todo sería perfecto. Qué lejos de la realidad! Ahora me doy cuenta de que el amor es escurridizo, difícil de encontrar y mantener, hay que arriesgar para descubrirlo y si tienes la suerte de haberlo encontrado hay que cuidarlo con mucho mimo. Exige sacrificio, dedicación, entrega, pasión... Echo de menos el amor en todas sus formas. Quizás por mi infancia, quizás por mi forma de ser, nunca me siento suficientemente querida, amada. Necesito muestras de cariño continuas por parte de los que me rodean y sueño con encontrar un hombre cariñoso, que me entienda, que quiera compartir su vida conmigo, tener proyectos en común, formar una familia, nuestra familia. Todos mis amigos me dicen que debo abrirme a la vida para poder encontrar a ese hombre y yo lo intento con todas mis dificultades añadidas pero lo veo muy difícil. ¿Dónde está mi alma gemela? Creo que ya es hora de conocernos. Son 34 años de espera....

domingo, 16 de marzo de 2008

LA ESPERANZA

Estos días he empezado a trabajar en un nuevo lugar. Los primeros días han sido muy duros y no me he adaptado al horario. Hablé con mi jefa y pudimos arreglarlo. Ahora trabajaré 30 horas semanales en horario de tarde que es a lo que estoy acostumbrada. Debo reconocer que mi jefa se ha portado muy bien conmigo, ha sido muy comprensiva e incluso me ha ofrecido más ayuda que el simple cambio de horario. Es esperanzador ver que todavía hay gente que se preocupa por las personas y que quiere ayudar. Ahora mi reto es responder a su ayuda con mi máxima concentración y entrega.

También la esperanza se ha materializado a través de internet. He conocido a una persona con la cual me intercambio emails. No sé adónde nos llevará esta relación pero por el momento me llena de ilusión y de esperanza. A veces no todo es gris en esta vida, aparece un poquito de luz y es responsabilidad nuestra valorarla y hacerla crecer.

sábado, 8 de marzo de 2008

EL VIAJE

El miércoles me marché a Granada a ver al que considero mi mejor amigo. He estado poco tiempo, tan sólo hasta el viernes, pero ha sido un bálsamo para mí. A pesar de la preocupación de haber dejado a mi perro en una residencia canina por primera vez en mi vida, he podido desconectar un poco, descansar mucho y recibir los mimitos de Juan, que era realmente lo que necesitaba. Para mí ha sido todo un reto coger dos aviones, dejar mi casa e irme a la otra punta de la Península y compartir unos días con más gente, sin estar encerrada en mí misma, pero estoy orgullosa de haberlo conseguido aunque a medias, ya que no he sido capaz de hacer muchas cosas que me hubiera gustado estar en condiciones de hacer, entre ellas conocer la ciudad o compartir una comida con toda la familia. Pero ya se sabe, gajes del oficio (en este caso de la ansiedad) no se puede tener todo en esta vida, tal vez en el próximo viaje las cosas vayan aún mejor e incluso (y rezo cada día por ello) tal vez ya esté curada y pueda disfrutar al máximo de la vida.

lunes, 3 de marzo de 2008

LA TERAPIA

Hoy vengo de terapia. Hace ya más de 6 años que comencé un psicoanálisis. El psicoterapeuta me lo advirtió: es una terapia difícil, larga y cara, pero teóricamente es definitiva. Con el tiempo he aprendido a valorarla, es un espacio en el que puedo llorar, reir y sobretodo hablar de cualquier cosa que se me pase por la cabeza, sin restricciones, sin censura. Un espacio muy valioso del que casi me he hecho dependiente. Sin terapia puedo decir que no estaría hoy aquí, escribiendo, probablemente no habría reunido el valor suficiente para seguir viviendo, respirando por duro que sea a veces. Recomiendo a todo el mundo una terapia, la que más les guste o convenga, pero siempre es bueno conocerse a uno mismo para avanzar un poquito menos a ciegas en este mundo cruel.

domingo, 2 de marzo de 2008

LA AMISTAD

Hace una semana recibí la visita de un amigo que vive en Granada. Aunque no nos vemos todo lo que yo quisiera si hablamos continuamente por teléfono, en parte, debido a mi insistencia, debo decir. Cuando uno está roto y está atravesando todo un proceso de reconstrucción que le impide hacer muchas cosas y que es difícil de asimilar y entender muchos de sus amigos son incapaces de dar su apoyo. No es culpa suya, es simplemente que no entienden lo que está pasando porque no han pasado por nada parecido y no puedes evitar sentirte lejos de ellos. Eso me pasa con la mayoría de mis amistades excepto con mi amigo Juan, por eso tiro tanto de él y siempre lo estoy incordiando. Nuestro encuentro del pasado sábado fue como una luz al final del túnel, una esperanza en que todo se arreglará, un momento muy especial. Gracias, Juan, por tu amistad y comprensión aún cuando sé que me hago pesada pero sin apoyo como el tuyo mi vida sería aún mucho más oscura.