domingo, 2 de marzo de 2008

LA AMISTAD

Hace una semana recibí la visita de un amigo que vive en Granada. Aunque no nos vemos todo lo que yo quisiera si hablamos continuamente por teléfono, en parte, debido a mi insistencia, debo decir. Cuando uno está roto y está atravesando todo un proceso de reconstrucción que le impide hacer muchas cosas y que es difícil de asimilar y entender muchos de sus amigos son incapaces de dar su apoyo. No es culpa suya, es simplemente que no entienden lo que está pasando porque no han pasado por nada parecido y no puedes evitar sentirte lejos de ellos. Eso me pasa con la mayoría de mis amistades excepto con mi amigo Juan, por eso tiro tanto de él y siempre lo estoy incordiando. Nuestro encuentro del pasado sábado fue como una luz al final del túnel, una esperanza en que todo se arreglará, un momento muy especial. Gracias, Juan, por tu amistad y comprensión aún cuando sé que me hago pesada pero sin apoyo como el tuyo mi vida sería aún mucho más oscura.

No hay comentarios: